Bosch convierte los diésel en coches de bajas emisiones, ahora y sin añadir componentes
La demonización del diésel causada por el famoso Dieselgate y por sus emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) puede llegar a su fin de la mano de Bosch desde hoy mismo. La compañía alemana anuncia que ya dispone de una tecnología capaz de reducir las emisiones de NOx de los motores diésel por debajo de los límites que se establecerán en el año 2020. Y lo mejor de todo es que se trata de afinar los sistemas actuales, no implica añadir nuevos componentes a los vehículos que elevarían su coste.
Esta tecnología ya está disponible y los fabricantes pueden empezar a incorporarla en los modelos que ya tienen en producción, logrando diésel que entrarían en el grupo de coches de bajas emisiones.
Bosch consigue emisiones mínimas
Para que nos entendamos, desde 2017 la legislación europea establece un límite máximo de 168 miligramos de NOx por kilómetro en los vehículos de nueva producción y esa cifra se reducirá a 120 miligramos en 2020. Bosch es capaz de reducir hoy esas emisiones a sólo 13 miligramos de NOx por kilómetro, casi diez veces menos. Es más, en las condiciones más adversas (muy lejos de las que se establecen para las pruebas de emisiones), se llegaría como máximo a sólo 40 miligramos de NOx por kilómetro… y manteniendo la ventaja en consumo propia de los motores diésel. Impresionante.
Tecnología avanzada de inyección de combustible, nuevo sistema de gestión del aire y una gestión inteligente de la temperatura hacen posible conseguir estas cifras. Ahora las emisiones de NOx pueden permanecer por debajo del nivel legalmente permitido en todas las situaciones de conducción sea cual sea el estilo de conducción, la temperatura y el tipo de desplazamiento.
Un paso más, la inteligencia artificial
Sobre esta base Bosch pretende utilizar la inteligencia artificial para reducir las emisiones de los motores de combustión hasta el punto de que los motores de combustión apenas tengan impacto medioambiental, exceptuando el CO2, un gas mucho menos nocivo y más sencillo de controlar.
Respecto a este gas, Bosch pide que las mediciones se realicen en condiciones reales, no en laboratorio, para que sean más transparentes, comparables y mejorar la protección del medio ambiente. También pide que en estas mediciones se incluyan las emisiones que genera la creación del combustible o la electricidad necesaria para mover el vehículo y así comparar en igualdad.
