La autonomía de un coche eléctrico es una de las mayores preocupaciones de los conductores cuando se ponen al volante, ¿llegaré hasta mi destino con carga? ¿me llegará la carga para ir y volver? En este artículo te vamos a dar las claves para mejorar la autonomía del coche eléctrico.
Hoy en día los coches eléctricos ya homologan autonomías por encima de 200 kilómetros, incluso hay muchos modelos con los que puedes recorrer más de 400 kilómetros, o incluso más de 700 en el caso de Tesla. Son autonomías más que suficientes para un uso urbano, el mayor problema lo podemos encontrar en viajes de largo recorrido o en trayectos interurbanos. ¿Y si salimos de casa sin la batería totalmente cargada y tengo que hacer más kilómetros de lo que tenía pensando porque me ha surgido un imprevisto?
La importancia de nuestro estilo de conducción
Debes tener en cuenta que estas cifras de homologación se basan en unas pruebas estandarizadas según el ciclo WLTP. Son pruebas que mejoran el anterior ciclo NEDC y, por tanto, ahora las cifras de consumo y autonomía se acercan más a los de una conducción real, aun así, lo normal es que en el día a día no las consigamos. Además, las pruebas de homologación simulan recorridos mixtos y no es lo mismo que circular solo por ciudad o por carretera. En el caso de los eléctricos, en carretera consumen más que en ciudad, al contrario de lo que ocurre con los motores de combustión interna. Por otro lado, el estilo de nuestra conducción también afecta mucho al consumo y, por tanto, a la autonomía.
Independientemente de la autonomía que homologue tu coche eléctrico, siempre puedes conseguir mejorarla con una conducción eficiente, aprovechando las peculiaridades de la conducción eléctrica y siguiendo algunos truquitos sobre cómo conducir un coche eléctrico.
¿Cómo frenar y cómo acelerar con un coche eléctrico?
Los coches eléctricos son relativamente sencillos -pocos componentes aunque complejos ;-)-. Carecen de caja de cambio y de embrague, por otro lado, equipan un motor eléctrico, una batería de gran capacidad y un enchufe para poder recargar esa batería. También conducir un coche eléctrico es relativamente sencillo. Sólo tenemos que dirigir, acelerar y frenar. Y aquí está el ‘quid’ de la cuestión. ¿Cómo frenar y cómo acelerar?
Además, no debemos olvidar que los coches eléctricos son silenciosos porque su motor no emite ruido, por lo que debemos conducir con mayor precaución y pensando que los usuarios que están cerca de tu vehículo pueden no percibir tu presencia, especialmente, cuando son peatones, ciclistas, usuarios de patinetes y motocicletas.
Antes de entrar en detalle a hablar de las peculiaridades de la conducción de un coche eléctrico, hay que tener en cuenta que la clave principal para reducir el consumo y mejorar la autonomía de un coche eléctrico es la misma que para cualquier coche de combustión interna (gasolina o diésel): previsión, evitar aceleraciones bruscas, frenadas fuertes y velocidades elevadas.
Ahora vamos a ver qué más podemos hacer:
Utiliza correctamente los modos de conducción
Los coches eléctricos incluyen diferentes modos de conducción, algunos más que otros, pero en general ofrecen un modo eco, que es el que ayuda a maximizar la energía, consumiendo lo mínimo. También incluyen un modo normal y un modo sport para los que buscan una conducción más deportiva. Obviamente, cuanto más tiempo circules en modo eco, más eficiente será la conducción, ya que conseguirás reducir el consumo y mejorar la autonomía. Hay modelos que, incluso, incluyen un modo más ahorrador para momentos en los que necesitas aprovechar al máximo la carga de la batería.
Controla el pedal del acelerador
Los coches eléctricos ofrecen elevadas cifras de par máximo y lo hacen durante un rango de revoluciones my amplio y desde el principio del cuentarrevoluciones, en cuanto pisas el acelerador, algo que no pasa con los coches de combustión. Por este motivo, es importante controlar el tacto del pedal del acelerador y ser suave al inicio, de lo contrario darás aceleraciones bruscas y el consumo de energía será mayor. Debes ser suave tanto en las aceleraciones como al pisar el pedal del freno.
Aprovecha las ventajas del freno regenerativo
Aquí encontramos otra peculiaridad de los coches eléctricos y es que es posible frenar el coche sólo levantando el pedal del acelerador, ¡frenar sin tener que pisar al pedal de freno! Además de reducir el desgaste del sistema de frenos, al levantar el pie del acelerador convertimos la energía cinética (el movimiento del vehículo) en electricidad. Esta electricidad se almacena en la batería aumentando la autonomía, algo que no sucede en los coches de combustión.
El máximo rendimiento de este sistema de freno regenerativo lo conseguimos conduciendo en ciudad, que es donde más veces tenemos que frenar o reducir la velocidad: al acercarnos a un semáforo, en un ceda el paso, porque nos acercamos a un vehículo… En algunos coches eléctricos se puede graduar la intensidad de la retención o de la frenada regenerativa, bien a través de un mando en la consola central o bien a través de las levas en el volante. Por ejemplo, en vías interurbanas conviene seleccionar la intensidad menos agresiva, es decir, frenada más suave.
Al ser una característica especial de los coches eléctricos, debes acostumbrarte a conducir con este sistema y olvidarte de utilizar el pedal de freno para detener el vehículo. En cuanto conduces un coche eléctrico unos días, te familiarizas rápido con el sistema de frenada regenerativa. En este artículo te explicamos con más detalle cómo funciona:
Desplázate a vela o en modo planeo
Hay coches eléctricos que tienen un modo sin retención para circular por carretera. Con este modo activiado, cuando levantas el pie del acelerador el coche no retiene nada, es como ir en punto muerto. No regenera, pero esto te permite aprovechar las inercias y ahorrar energía, ya que es más lo que consigues ahorrar si tienes que volver a recuperar velocidad por haber levantado el pie y retener, que lo que dejas de ganar por no estar regenerando. Es decir, en este modo, el coche no regenera energía cuando levantas el pie por lo que tampoco retiene, pero no pierde casi velocidad y te permite aprovechar las inercias. Es una forma de conducir ahorrando en vías interurbanas.
Este sistema es exactamente igual que el modo a vela, modo inercia o modo planeo de los coches de combustión interna que llevan cambio automático con esta función.
Anticípate a la conducción con una buena previsión
Uno de los trucos para aprovechar al máximo las ventajas de cualquier vehículo está en acelerar lo menos posible. Para conseguirlo es fundamental mantener la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede y anticipar sus reacciones. Además tenemos que anticiparnos mucho al terreno o circunstancias que se aproximan para poder reaccionar a tiempo y evitar tener que acelerar bruscamente, por ejemplo, porque llega una cuesta arriba y el motor se ha quedado sin fuerza. ¿Qué tenemos que hacer en este caso?
Si nos anticipamos porque miramos lo más lejos posible, podremos detectar con tiempo que se aproxima una cuesta arriba o una cuesta abajo. Cuando se acerca una cuesta abajo tenemos que aprovechar para coger carrerilla acelerando, y así utilizar la menor energía para subir las cuestas arriba. Si aprovechamos esta energía obtenida al bajar una cuesta, podremos subir una pendiente acelerando lo menos posible.
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Otras claves para mejorar la autonomía del coche eléctrico
Algunas claves para realizar una conducción eficiente en un coche eléctrico que también se comparten con los coches de combustión:
- Hacer un uso racional de la calefacción, el aire acondicionado o climatizador. Cuanto más se use y con más intensidad, más energía consumirá. Otra de las particularidades de los coches eléctricos es que, al contrario que en los de combustión interna, consume más la calefacción que el aire acondicionado.
- Si conduces con las ventanillas bajadas en carretera, perjudicarás a la autonomía porque aumenta la resistencia al viento y, por tanto, el consumo aumenta. En cambio, en ciudad, ahorras si bajas las ventanillas y no conectas el aire acondicionado: apenas hay velocidad y, por tanto, tampoco resistencia aerodinámica.
- El uso de neumáticos de baja resistencia a la rodadura ayuda a reducir el consumo de energía. Estos neumáticos tienen un diseño más aerodinámico que mejora la resistencia. Por otro lado, independientemente del neumático que monte tu vehículo o del tipo de vehículo que conduzcas, es fundamental que la presión del neumático sea correcta, de lo contrario, consumirá más, además de aumentar el riesgo de accidente.
- Y no olvides planificar el viaje. Evitarás perderte, podrás programar las paradas para descansar o recargar la batería… Conseguirás así no perder tiempo y evitar hacer kilómetros innecesarios.
Ya tienes unas pautas para mejorar la autonomía del coche eléctrico, ahora toca ponerlas en práctica. ¿Has conseguido optimizar la energía de la batería?
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