Por qué evolucionamos hacia una movilidad ecológica, los factores del cambio en la automoción
El ser humano presenta resistencia al cambio, nos cuesta salir de nuestra zona de confort y aceptar las novedades. Dicho de otra forma, somos animales de costumbres y las grandes revoluciones nos asustan, por lo que nos han dejado grandes frases como “Los teléfonos móviles jamás sustituirán a las redes fijas”, del mismísimo Marty Cooper, creador del primer teléfono móvil. O la del productor de cine Darryl Zanuck “La Televisión no durará porque la gente pronto se cansa de mirar fijamente a una caja de madera contrachapada cada noche”. Respecto a la automoción, debemos evolucionar hacia una movilidad ecológica, veamos los factores del cambio.
Factores del cambio en automoción
Si nos paramos a estudiar los motivos por los que la lógica nos lleva hacia vehículos cada vez más ecológicos veremos que son muy variados y también que podemos agruparlos en diferentes ámbitos. Así, hablaremos de los más obvios o quizá más conocidos, los medioambientales, pero también de los factores políticos, económicos, tecnológicos, estructurales y sociales.
Factores medioambientales
Empezamos por las emisiones de CO2 a la atmósfera, un indicador del crecimiento de la automoción, pero también de la industria, no culpabilicemos sólo a los vehículos. En esta gráfica podemos ver que en el último siglo el crecimiento no ha sido constante, sino que desde 1950 estas emisiones se han multiplicado por seis.
Esto unido a otra serie de emisiones y de factores da como resultado un aumento de la temperatura global de 1,2 grados centígrados en un siglo. El cambio climático es un hecho y esto conlleva mayores sequías, tormentas más intensas y huracanes más peligrosos. Estos fenómenos repercuten en la pérdida de cosechas que provoca la elevación del precio de los alimentos, desnutrición en las zonas con menos medios, propagación de enfermedades, cambios en los ecosistemas, desaparición de especies, aumento del nivel del mar, etc. No es novedad, pero a este ritmo el futuro del planeta no será el que deseamos.
Factores políticos
Si ‘los de arriba’ se preocupan o les interesa que compremos vehículos ecológicos, compraremos este tipo de vehículos. Quizá hoy no, pero poco a poco irán ganando cuota de mercado. ¿Y por qué? Primero porque las normativas anticontaminantes son cada vez más estrictas y, si un coche nuevo no las supera, no se puede vender.
Además, existe un impuesto de matriculación para vehículos nuevos que es más caro cuanto más contaminante sea el vehículo. Por otra parte, están los beneficios y subvenciones que pueden tener los vehículos con etiqueta Cero y ECO… o visto de otra forma, las restricciones que sufren los que no gozan de esas etiquetas.
Y por último, la eliminación de los vehículos del centro de las ciudades. Aquí acabarán cayendo todos y veremos como se irán peatonalizando muchas zonas céntricas, pero de momento los ECO y Cero tienen ventajas.
Factores económicos
Es de sobra conocido que las reservas de petróleo son limitadas y que si dependemos de los combustibles fósiles sufriremos un encarecimiento progresivo y también la inestabilidad de su precio debido a las diferentes situaciones políticas de los países que los controlan.
Las energías renovables son el futuro que desea nuestro planeta. Hay trabajo por delante, pero nos encontramos en la buena línea y, si se apuesta por ello, pueden evolucionar muy positivamente… eso sí, sin impuestos al sol y trampas políticas de este tipo.
Factores tecnológicos
Dentro de los coches ecológicos la electrificación es el caso más extendido, ya sea a modo de hibridación suave, completa o vehículos eléctricos puros. Los motores eléctricos tienen múltiples ventajas respecto a los de combustión:
- No contaminan, aunque falta por reducir la huella medioambiental desde su creación incluidas las baterías, el llamado «from well to wheel» (del pozo a la rueda)
- Tienen un rendimiento muy superior (del 95% respecto al 35% de los de combustión)
- Tienen una respuesta inmediata y desde muy bajas vueltas (casi desde cero)
- Son silenciosos
- No tienen vibraciones
- Menor mantenimiento
- No necesitan un cambio de marchas
- Recuperan energía en las frenadas
- Arrancan por sí mismos (los de combustión necesitan un motor de arranque eléctrico)
A todo esto debemos sumar que las baterías han evolucionado enormemente, cada vez son más pequeñas, tienen mayor capacidad y también más calidad. Es más, cada vez son más baratas.
En el caso de los vehículos de gas las ventajas son puramente medioambientales, porque hablamos de propulsores de combustión interna.
Factores estructurales
Todavía no podemos hablar de una red de cargadores que permita viajar o recargar a diario los vehículos eléctricos y, en la mayoría de los casos, debemos reducir su uso al ámbito urbano y contar con una plaza de garaje para poder recargarlo. Pero sí es cierto que cada vez encontramos más puntos de recarga, concretamente en España ya hay más de 1.700 y un 95% tienen toma Schuko o Mennekes, que es la más utilizada entre los fabricantes. Renault, BMW, Kia, Ford, smart, Tesla, Volkswagen, Volvo, Hyundai y Mercedes-Benz apuestan por este tipo de toma para recargar sus vehículos eléctricos.
También crece el número de puntos de carga de GLP y GNC, de hecho el Grupo Volkswagen ha llegado a un acuerdo con Gas Natural para superar los cien puntos de repostaje en España antes de fin de año.
Factores sociales
El primero y fundamental es la mayor preocupación por la salud y por la contaminación del aire. CO2, CO, HC, SOx, NOx… están presentes en la atmósfera como resultado de la combustión y son perjudiciales para la salud.
Según la Agencia Europea del Medio Ambiente en España el número de muertes prematuras por culpa de la contaminación atmosférica asciende a 31.520 fallecidos, una cifra que a nivel europeo llega hasta los 487.000 fallecidos, cifras más que impactantes.
Por tanto, es normal que el reparo inicial frente a la electromovilidad debido a sus limitaciones se reduzca y su aceptación social sea cada vez mayor. Como también es normal que se apueste por coches con bajas emisiones, como pueden ser los híbridos, GNC y GLP. ¿O piensas que deberíamos seguir centrándonos en los motores de combustión?
