Prueba del Jeep Renegade e-Hybrid, el mild hybrid más híbrido
El veterano Jeep Renegade recibe una nueva mecánica muy curiosa, un mild hybrid que es capaz de moverse en modo 100% eléctrico. Esto es un paso adelante enorme dentro de los mild hybrid y algo totalmente innovador. De momento el Renegade e-Hybrid es el único con esta tecnología junto con algunos compañeros del grupo Stellantis, pero como las ventajas son muchas, es muy probable que pronto lo veamos en otras marcas.
La ventaja principal es un mayor ahorro de consumo, que Jeep cifra en un 11% respecto a un vehículo similar sin esta tecnología, más del doble del ahorro que proporciona un sistema mild hybrid “tradicional”.
Pero además del ahorro en consumo, en este coche te ahorras el desgaste del embrague en las salidas desde parado y maniobras, porque todo esto lo hace todo en modo eléctrico. Y más, porque, aunque sólo es capaz de ir en eléctrico poca distancia y a baja velocidad, hay momentos que disfrutas de las ventajas de la conducción eléctrica, por ejemplo, en atascos.
Cómo funciona el Jeep Renegade e-Hybrid
El motor es un 1.5 de cuatro cilindros con turbocompresor alimentado por gasolina que desarrolla 130 CV de potencia y un par motor de 240 Nm. Este motor es asistido en algunos momentos por un pequeño motor eléctrico de 15 kW de potencia (20 CV) y 55 Nm de par.
Lo curioso es que este motor eléctrico está situado en la caja de cambios, que es automática, de doble embrague y siete velocidades. Como está unido a la caja de cambios, puede mover el vehículo por sí mismo, algo que no es posible en el resto de mild hybrid porque van unidos al motor térmico, no al cambio. Por eso, este Renegade puede maniobrar en modo eléctrico, salir de parado y moverse hasta aproximadamente los 30 km/h de velocidad sin arrancar el motor de gasolina… si aceleramos suave y tiene carga en su batería.
Prueba del Renegade Hybrid
¿Y todo esto qué significa a la hora de conducir este Renegade? Pues que se nota, se nota el empuje del motor eléctrico mucho más que en un mild hybrid “normal”. En los momentos en los que el motor térmico está arrancado se aprecia más empuje en salidas desde parado y a baja velocidad. Pero el principal cambio es esa posibilidad de salir desde parado sólo movido por el motor eléctrico. Tienes la sensación de estar conduciendo un full hybrid, un híbrido “convencional”.
En situaciones normales inicia la marcha en modo eléctrico y unos metros después arranca el motor térmico para ser movido por los dos motores y, después, únicamente con el térmico. Por tanto, con este mild hybrid avanzado disfrutas de la conducción eléctrica en muchos momentos cuando conduces por ciudad. Esto, además, reduce notablemente el consumo en este escenario.
Las maniobras también se realizan únicamente con el motor eléctrico, esté o no arrancado el motor térmico, esto depende de diferentes parámetros, como nivel de carga de la batería, por ejemplo.
Todo esto es lo positivo de esta tecnología, pero desgraciadamente siempre hay una parte menos buena. En este caso encontramos un punto a mejorar importante, la falta de suavidad en las intervenciones del motor eléctrico.
En las maniobras resulta complicado realizar los movimientos con suavidad. Si, por ejemplo, tienes que aparcar en un espacio ajustado y con cuesta arriba lo puedes pasar un poco mal. Cuando estás circulando en modo eléctrico y arranca el motor térmico transmite un pequeño tirón, esa unión no está correctamente ajustada. Lo mismo sucede cuando circulas con el motor térmico arrancado y pasas a modo eléctrico.
Es una pena, porque el sistema está muy bien pensado, pero esta falta de ajuste enturbia el placer de conducción extra que nos podría proporcionar en conducción urbana. A pesar de esto, elegiríamos esta tecnología frente a un mild hybrid sencillo, como los que comercializan a día de hoy el resto de fabricantes.
Fotos: Jeep Renegade e-Hybrid
