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Madrid-Valencia en coche eléctrico, con un Audi e-tron Sportback 55 quattro

Audi e-tron Sportback 55 quattro

Teníamos muchas ganas de hacer un Madrid-Valencia-Madrid con un coche eléctrico, porque es un recorrido muy frecuentado por los de la capital, pero hasta hace relativamente poco era complicado por la falta de puntos de carga rápidos. Nuestro objetivo: intentar que el viaje fuese lo más parecido a realizarlo con un coche de combustión interna.

Audi e-tron Sportback 55 quattro

Para este viaje queríamos aprovechar para probar un eléctrico grande, con buenas prestaciones pero también con un consumo elevado. Los eléctricos más “normales” los tenemos más probados y ya les tenemos cogido el punto a sus autonomías reales. Nuestro compañero de viaje ha sido un Audi e-tron Sportback 55 quattro, un coche con 300 kW de potencia (408 CV), unas ruedas enormes y un gran confort de marcha. ¿Su consumo homologado? 23 kWh/100 km, que no es poco. Pero tiene una batería de 95 kWh que le permite, en principio, recorrer hasta 425 kilómetros sin recargar.

 

Preparación del viaje

Se trataba de un viaje para dos personas, salida el sábado por la mañana para pasar el día visitando Valencia y algunas zonas cercanas, dormir allí y volver al día siguiente después de comer.

Sabemos que la autonomía homologada se reduce notablemente en carretera y que en viajes tampoco vas a apurar la autonomía por seguridad. Por tanto, a la hora de preparar el viaje no pensamos ni por un momento hacer sin parar a recargar los 380 kilómetros que nos separaban de nuestro destino.

Prueba Audi e-tron Sportback quattro

Pero sí queríamos parar a recargar relativamente tarde, para luego poder visitar Valencia sin preocuparnos por la recarga y cargar por la noche, en el hotel que habíamos reservado, para al día siguiente seguir visitando alrededores de Valencia y volver a Madrid realizando otra parada para recargar.

El viaje a Valencia

Velocidad constante con control de crucero a 130 km/h, que está por encima de la legalidad, pero la realidad es que la mayoría de los coches circulan a ese ritmo en carretera y nos parece más realista que si hacemos el viaje a 120 km/h. Además, con el error del velocímetro y el margen de los radares puedes llegar a casa sin multas.

A los pocos kilómetros de abandonar Madrid el consumo medio rozaba los 30 kWh/100 km, lo que nos daba una autonomía de algo más de 300 km. El recorrido es favorable, y cuando paramos a recargar en el kilómetro 232 según nuestro cuentakilómetros parcial, esta media se había reducido hasta los 28,2 kWh/100. Podríamos haber parado 30 kilómetros más tarde, pero la autonomía era de 67 km y preferimos cargar un poco antes y, si teníamos algún problema con la carga, contábamos con autonomía suficiente para llegar a ese otro punto de carga.

Audi e-tron Sportback

La recarga la hicimos en un punto de carga Zunder de 90 kW de potencia y, como pretendíamos modificar lo mínimo nuestra forma de viajar, nos tomamos un pequeño desayuno y desenchufamos el coche sin mirar cuánto había cargado. Fueron 35 minutos de carga y salimos con la batería al 75%. Habíamos cargado 47,59 kWh por 26,17 euros.

Reiniciamos la marcha, nos desviamos del camino para aprovechar y recoger unas piezas de segunda mano que habíamos comprado para un coche clásico (así es el vicio, te diré que incluso fue la excusa inicial para realizar este viaje) y de nuevo rumbo hacia Valencia.

Visita a Valencia en coche eléctrico

Llegamos a la ciudad con unos 150 km de autonomía, dimos una pequeña vuelta por el puerto y fuimos a comer al Palmar. Tras la típica paella volvimos a la ciudad, donde el objetivo era recorrer el centro a pie y, si el hotel no hubiese tenido punto de carga, aprovechar para recargar mientras el coche estaba aparcado… pero no fue necesario.

Tras conocer el bonito centro de Valencia decidimos ir al hotel, que estaba a unos 25 minutos del centro. Allí teníamos un bonito punto de carga Tesla en corriente alterna esperándonos. Estaba libre y era gratis, como en casi todos los hoteles. La sorpresa fue que cargaba a mucha potencia, algo que no es tan normal.

REcargando el Audi etron

En cualquier caso teníamos plan B por si el punto de carga estaba ocupado. Muy cerca había una gasolinera con punto de carga rápido, perfecto para poner a cargar el coche, cenar en el hotel y recoger el coche tras la cena. Sí, estas cosas con los eléctricos conviene tenerlas en cuenta por si acaso.

Al día siguiente abandonamos el hotel con la batería al 100%. Recorrimos el barrio de los pescadores, la Marina de Valencia y fuimos costeando hasta salir de la ciudad. De ahí realizamos un fuerte ascenso para llegar a Náquera para disfrutar del famoso almuerzo valenciano… pero al estilo rudo de El Pastoret. ¿No lo conoces? Busca en internet y verás por qué es famoso.

Regreso a Madrid

Satisfechos (en exceso) con nuestro almuerzo nuestro objetivo era el regreso a Madrid. Volvíamos con bastante más peso (no sólo por los homenajes gastronómicos, también por las piezas que habíamos comprado) y el regreso a Madrid es cuesta arriba. Estaba claro que el coche iba a gastar más, pero yo tenía claro que quería llegar a recargar al área 175 porque hay muchos puntos Tesla y quería probar a cargar un coche de otra marca. Ah! y la idea era mantener la misma velocidad que en el viaje de ida.

Al principio bien, pero es verdad que habíamos recorrido bastantes kilómetros extra por la mañana y que la subida a Náquera había arañado su trocito de batería. No era fácil llegar hasta allí.

En cualquier caso soy muy cabezota, puse el control de crucero y no estaba dispuesto a sacrificar el confort, así que la calefacción se mantuvo conectada en todo momento (16 grados de temperatura exterior).

Interior del e-tron Sportback

Salimos con un margen extra de autonomía de 80 kilómetros, pero sabía que pronto se reduciría esa cifra porque el histórico era de circulación más lenta, con un consumo menor y además ahora estábamos ascendiendo de forma constante.

Hubo momentos en que ese margen llegó a ser de sólo 20 kilómetros y, en vez de cambiar de planes y parar antes a recargar, que sería lo lógico, continuamos. Sólo durante un ascenso muy pronunciado reduje el ritmo hasta los 120 km/h… y llegamos. Llegamos con 16 km de autonomía y con el modo de emergencia activado sólo 2 kilómetros antes del punto de carga.

Y seguí con mi cabezonería. No pensaba esperar por la recarga del coche, quería normalizar al máximo el viaje en eléctrico. Así que, conecté al punto de carga Tesla, verifiqué que la carga funcionaba (más o menos cargaba a 140 kW de media), nos tomamos un café, pis y al coche.

Cargamos 70 kWh por 44,80 € (es caro), así que teníamos autonomía de sobra para llegar a casa. Y así fue, llegamos con 100 km de margen. Genial. Fuimos a Valencia, nos movimos por allí sin limitaciones, volvimos a casa y no modificamos nuestra forma de viajar.

No es así con todos los viajes ni con todos los coches eléctricos, pero cada día viajar por España en coche eléctrico es más fácil y parecido a hacerlo con uno de combustión. Si no eres de los que “va del tirón” y paras cada dos horas de conducción, que es lo recomendable, tendrás que hacer pocos cambios para viajar con un eléctrico.

Maletero del Sportback

Respecto al e-tron… comodidad máxima, fácil de conducir pero no de aparcar, los retrovisores por cámara no permiten calcular bien las distancias, es rápido y derrocha calidad por todos lados sin complicaciones, es sencillo encontrarse cómodo conduciendo este coche.

Además del viaje también lo hemos utilizado en ciudad y el total han sido 1.065 km, con un consumo medio de 28,7 kWh a los cien kilómetros. No es precisamente ahorrador, pero es que pesa 2.555 kilos…

 

Fotos: Prueba Audi e-tron Sportback 55 quattro

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