A prueba el Opel Grandland Hybrid 4, un PHEV que corre más de lo que parece
Quizá esta prueba del Opel Grandland híbrido enchufable te pueda parecer una más… y es que ya son unos cuantos los coches PHEV que encontramos en el segmento C-SUV, pero cada uno tiene su carácter y sus características propias. Aunque hablando de los representantes de PSA (ahora Stellantis) en este segmento la verdad es que los parecidos son mucho mayores. Y es que, este Grandland Híbrido comparte plataforma y mecánica con el Peugeot 3008 Hybrid, Citroën C5 Aircross Hybrid y DS 7 Crossback E-Tense.
Es amplio, cómodo, aplomado, rápido y potente. Se comercializa con tracción total y 300 CV o tracción delantera y 224 CV de potencia, que es la opción que hemos probado.
Se ha renovado estéticamente, sobre todo por fuera y, lo más destacado, es el frontal, que acoge la nueva línea de diseño de la marca. Vamos a ver en qué destaca para bien y para mal este Grandland híbrido enchufable.
Puntos destacados Grandland PHEV
- Estética más moderna con la actualización recibida.
- Comportamiento dinámico muy bueno.
- Aplomado y cómodo en carretera.
- Amplio en todas sus plazas y con buen maletero.
- Con 224 CV tienes mucha más sensación de empuje que en modelos equivalentes con potencias similares de otras marcas. Te da la sensación constante de ser un coche rápido.
- Consumo medio en modo híbrido de 7 litros a los cien.
- Autonomía real en nuestros recorridos de ciclo mixto a ritmo normal 44 km. Si buscas una conducción más tranquila puedes sobrepasar los 50 km fácilmente.
Puntos a mejorar Opel Grandland PHEV
- El retroceso de la dirección no es completo y se queda girando un poco hacia el último lado que has torcido. Esto te obliga a constantes correcciones en autovía.
- El interior tiene un diseño que resulta un poco antiguo.
- El cuadro de instrumentos TFT a color es poco atractivo comparado con sus rivales.
- A la caja de cambios a veces se le atraganta la intervención de los dos motores o el par elevado del eléctrico y te da algún tirón inesperado cuando estás practicando una conducción suave.
- Sólo tiene la posibilidad de aumentar en un punto la retención eléctrica, que además es reducida (sin levas en el volante).
Prueba Opel Grandland PHEV
Si algo hay que destacar del Grandland híbrido enchufable es su capacidad de aceleración, y te hablo de la mecánica de 224 CV de potencia, el de 300 CV es un espectáculo. Pero además ofrece facilidad y precisión de conducción y también mucha comodidad a sus ocupantes. La verdad es que no se le pueden sacar muchos defectos a este coche, tiene un equilibrio muy correcto para agradar a muy diferentes conductores.
Esta mecánica híbrida enchufable te permite circular en modo eléctrico durante 64 kilómetros según las pruebas de homologación. A nosotros nos ha dado para recorrer hasta 44 kilómetros en un ciclo combinado que no es muy beneficioso para el consumo y circulando a ritmo ágil, pero es fácil pasar de los 50 kilómetros si no “vas con prisa”. Luego, en modo híbrido y rodando por carretera, harás consumos entre 6,5 y 7 litros, depende de la carga y del ritmo. No es mala cifra.
Dinámicamente pocas pegas, lo hace todo bien, va por el sitio, gira con facilidad, frena bien, el tacto de la dirección es preciso… Lo único que ésta no tiene retroceso completo y no llega a centrarse del todo. Esto es muy típico de las direcciones eléctricas y debe ser complicado evitarlo, aunque no imposible. En ciudad no significa problema, pero en carretera te obliga a hacer continuas correcciones, incluso en rectas, porque se queda girando un poco para el lado que lo hiciste por última vez.
El otro “pero” es que el cambio resulta un poco brusco en algunas ocasiones cuando entra en funcionamiento el motor térmico o en algunas ocasiones en las que aceleras y tiene que bajar una marcha.
Pero en general las sensaciones son muy buenas, es uno de esos híbridos con los que puedes disfrutar de la conducción y sus prestaciones.
Fotos Opel Grandland PHEV
