El primer vehículo ciberseguro del mundo es una moto eléctrica española
Una moto eléctrica fabricada en España se ha convertido en el primer vehículo ciberseguro, el primero que supera el test de ciberseguridad según la nueva normativa europea en vigor desde enero de 2021. Es la Nuuk Cargopro, ensamblada en la planta que Rieju tiene en Figueres (Girona).
El primer reglamento europeo que regula la ciberseguridad en la automoción será de obligado cumplimiento a partir de junio de 2022 para nuevas homologaciones y desde el julio de 2024 para los que se comercialicen en la Unión Europa y países adheridos a la normativa, como Japón, Corea del Sur, Rusia, Australia o Sudáfrica. Afecta a coches, autobuses, camiones, furgonetas, remolques y autocaravanas pero deja fuera a las motocicletas por considerar que no tienen suficiente nivel de conectividad. La empresa Eurocybcar, con sede en Vitoria-Gasteiz, ha querido demostrar que las motocicletas y ciclomotores -vehículos de las categorías L1, L3 y L4- también tienen que ser incluidos en la normativa europea de ciberseguridad UNECE/R155.
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La Nuuk Cargopro ha obtenido la certificación de vehículo ciberseguro según el procedimiento y metodología Eurocybcar Standard Test Protocol (ESTP) desarrollado por Eurocybcar ajustándose a los requisitos de la norma europea. Tras pasar el test de ciberseguridad, la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) auditará el cumplimiento y, posteriormente, emitirá un certificado que tendrá una validez de tres años.
Pruebas para ser un vehículo ciberseguro
El protocolo ESTP de Eurocybcar incluye tres tipos de pruebas en los que se analizan hasta 70 posibles amenazas, según se especifican en la normativa europea UNECE/R155:
- Pruebas de Acceso Físico: se comprueba, por ejemplo, si un ciberdelincuente podría manipular -a través del puerto OBD del vehículo- el ABS, sus frenos o su dirección; o si a través del puerto USB se puede introducir un virus que provoque la paralización de los sistemas del vehículo y ponga en riesgo la vida de los pasajeros.
- Pruebas de Acceso Remoto: se analizan sistemas inalámbricos, como la conexión Bluetooth -que permite enlazar el dispositivo móvil al vehículo para compartir sus datos-, WiFi -que proporciona conexión a Internet a los dispositivos móviles de los pasajeros- o el sistema keyless -que, por ejemplo, permite abrir o cerrar un coche sin necesidad de utilizar la llave- para comprobar si está en riesgo la seguridad del vehículo o los datos privados de los usuarios.
- Pruebas de Aplicaciones: se evalúan las vulnerabilidades de las aplicaciones que ya están integradas en el vehículo, y también las apps oficiales de la marca que el usuario se descarga en su móvil. Algunas de estas aplicaciones permiten al usuario controlar desde su smartphone diversos parámetros del vehículo -como encender la calefacción antes de entrar o poner en marcha el motor- o acceder a información almacenada en el vehículo -como el kilometraje, mensajes de alerta o las rutas seguidas habitualmente por el conductor-.
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